Lo primero que se me ocurre escribir después del partido de ayer es que yo no soy Juan Mata. Y mejor para el Valencia. Si yo fuera Juan Mata y tuviera la mala leche que tengo de vez en cuando, habría montado un pollo importante en vez de haber callado como ha hecho él. De verdad, si yo fuera Juan Mata no habría aguantado como ha aguantado él.
Si a mí el Valencia me hubiera prometido que me iban a cambiar el contrato y luego no me lo cambian, no me habría callado. Si yo fuera Juan Mata y hubiera visto peligrar mi participación en el Mundial por haber llegado al final de temporada tieso como la mojama porque no ha habido forma de que el entrenador dosifique mis esfuerzos, no me habría callado. El otro día, ante las críticas de un compañero de tertulia en El Murciélago, me vi obligado a decirle que estaba siendo muy injusto con Juan Mata, que con este chaval, como mínimo, había que ser comprensivo y echar mano de todo lo que ha rodeado al jugador en los últimos meses.
Y al respecto, he de decir que por suerte o por desgracia ya no forma parte de mi trabajo ir diariamente a la Ciudad Deportiva del Valencia y cubrir cada entrenamiento —lo he hecho y lo volvería a hacer sin problemas—, pero sí forma parte de mi trabajo escudriñar cada foto del día en busca de cualquier cosa diferente y en las últimas semanas había una cosa diferente... la cara de Juan Mata. Era otra cara. Pero se ha callado. Y ha tenido su premio, porque han tenido que ser precisamente sus goles los que nos metan, por fin, en la Liga de Campeones. ¡Grande Matita! Y ya que el fútbol ha sido agradecido con Jan Mata, no quiero dejar escapar la ocasión de decir que anoche el fútbol fue injusto con un tipo valenciano, que se llama Vicente Moreno, es de Massanassa, se crió en la cantera del Valencia y es el capitán del Xerez... ¿no había otro sitio para bajar?
http://www.superdeporte.es/carlos-bosch/2010/05/05/juan-mata-br-050510/93992.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario