En Johannesburgo, hace casi dos años, España tocó la gloria y entre los elegidos se encontraba un extremo menudo, cargado de talento y con unas dotes especiales para asociarse con el resto de sus compañeros. Ahora, Mata es uno de los diecinueve Campeones del Mundo que tratará de seguir historia, pero su compromiso escribió otro capítulo el verano pasado tras levantar junto a Javi Martínez el Europeo Sub-21.
Llegar hasta la élite es complicado, al igual que sumarle títulos al palmarés de cada futbolista. Para Juan Mata también ha sido complicado, pero si hacemos caso de los títulos que ha conquistado con tan solo veinticuatro años, uno se puede dar cuenta que se encuentra ante un futbolista muy especial.
Un deportista que ha firmado un contrato indefinido con el compromiso. Tras salir Campeón del Mundo en Sudáfrica se puso a disposición de la Real Federación Española de Fútbol para intentar conseguir, junto a sus compañeros de la Selección Sub-21, el billete olímpico y el campeonato en la categoría. España no se podía permitir cometer ningún error y pese a ello logró plantarse en Dinamarca en busca de los dos objetivos. Junto al asturiano se encontraba Javi Martínez, el otro capitán de la Sub-21; ambos entraron a formar parte de los libros de historia de este deporte: tan solo un futbolista, Giuseppe Bergomi, había disputado un Campeonato de Europa Sub-21 tras haber conquistado el cetro mundial.
Los dos capitanes españoles no quería llegar a Dinamarca para conformarse con ese record. Querían la gloria, sumar un nuevo título a su palmarés y establecerse en solitario como esos dos primeros jugadores que logran un título en categorías inferiores tras haber levantado el trofeo dorado con el que todo futbolista sueña desde pequeño. Desde el principio fueron dos hombres más del grupo y eso refleja su gran responsabilidad y el amor que sienten hacia su profesión y hacia la camiseta roja de España.
Para llegar a alzarse con estos títulos a nivel de selecciones, sin olvidar el Europeo Sub-19 de 2006 en Polonia (donde se encuentra para seguir haciendo historia), y los que ha conseguido a nivel de clubes como la Champions o las copas tanto inglesa, como española, Juan Mata ha tenido que hacer grandes sacrificios. A los quince años abandonó su tierra, Asturias, para buscar sus sueños en la cantera del Real Madrid. En la casa blanca se hizo, tal y como ha dicho él en alguna ocasión, “jugador y persona”, pero volvió a emigrar para buscar una oportunidad. Su nuevo destino fue Valencia donde se hizo la pieza clave del proyecto hasta que llamó el Chelsea a su puerta. En el equipo londinense ha saboreado la máxima gloria a nivel de clubes, convirtiéndose en tan solo un año en una de las referencias blues.
Tan solo han pasado veinticuatro años desde que Burgos le vio nacer (la mayor parte de su infancia la pasó en Oviedo, su tierra) y ya le quedan pocos títulos que no haya podido besar. Uno de ellos es el Europeo en categoría absoluta, objetivo que se ha propuesto levantar en Kiev este mismo verano.
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