Conforme han ido pasando los partidos, Juan ha visto cómo los argumentos que tenía en su día para emocionarse reunían un por qué, la lista de este Mundial no era una más, esta selección tenía muchas opciones de proclamarse campeona del mundo y ahora está a sólo un paso. «Hay que estar en el momento justo y a mí me está tocando vivir esta experiencia única. Por edad uno puede pensar que va a tener otra oportunidad más adelante para ganar un Mundial o una Eurocopa, pero esta generación que se ha formado no se conforma con haber llegado a la final, son ganadores y sólo pensamos en dar el paso que nos falta para hacer historia. Nunca se sabe si vas a tener otra oportunidad, por eso ahora la queremos aprovechar», insiste Juan.
El asturiano es uno de los noveles del grupo junto a Javi Martínez y Busquets, representa a la quinta del 88, y está viviendo el Mundial con una ilusión tremenda a pesar de tener un rol secundario: «Sólo con estar aquí un jugador se debe sentir afortunado. Nadie se debe conformar con estar en el banquillo, pero la gente que juega se ha ganado un respeto mayúsculo. Entrenar con ellos es una gozada y aquí estoy aprendiendo muchísimo. Cada vez que me pongo a pensar en la posibilidad que tenemos de ganar el Mundial se me ponen los pelos de punta».
Mata se estrenó en el Mundial en el segundo partido de la fase de grupos, contra Honduras, y aunque por las estadísticas que refleja su currículo con el Valencia quizá debería haber jugado más minutos, es consciente que aquí está para sumar. «Una de las cosas que me sorprenden gratamente de esta selección es la intensidad de los teóricos suplentes en los entrenamientos, eso al final acaba beneficiando a los que juegan», avisa Mata, que no espera ser la sorpresa de Vicente del Bosque en la final: «Ojalá pudiera jugar unos minutos, pero el míster tiene el equipo definido y hay que estar preparado por si tengo que salir después. Si jugara sería la leche, pero lo más importante es ganar».
Juan está en Sudáfrica arropado por su hermana y sus padres, es la envidia de sus compañeros al haber ganado la porra de la Roja y presumir de sus habilidades jugando al ping-pong. Se le nota feliz y a la vez está tomando nota de los consejos que le da el otro valencianista de la selección: Marchena. «Trabajo y humildad, trabajo y humildad. Carlos me repite esas dos palabras para seguir creciendo y su experiencia le avala. Aquí todos le valoran mucho y como le decimos a él, vamos a pedirle a Del Bosque que le ponga unos minutos para asegurarnos la final. Es nuestro talismán (risas)».
http://www.superdeporte.es/pi-mundial-2010/2010/07/10/mata-lloro-imaginarse-campeon/99927.html
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