El campeón del mundo, la referencia en el juego ofensivo ché, es el máximo asistente del rival hoy del Athletic
El poder del Valencia reside en la velocidad de sus mediapuntas y su letalidad en ataque. Juan Mata (Burgos, 1988) atesora ambas virtudes, algo que le ha convertido en la referencia del conjunto de Unai Emery. Su habilidad para el desborde, su facilidad para fijar el marco rival y su visión de juego le permiten dotar de sentido al endiablado ritmo de los chés al contragolpe. Las cuarenta asistencias que ha distribuido esta temporada le convierten en el mejor pasador del hoy rival del Athletic.
Mata demostró su madurez desde que dio el salto al primer equipo valencianista. A pesar de su precodidad -tenía 19 años cuando debutó-, el burgalés se movía por los terrenos de juego de Primera como si fuera un veterano, sin dificultades para alcanzar el exigente ritmo de la élite y con una calidad que sorprendió a los aficionados valencianos.
El mediapunta atribuye su inusual madurez a su salida al Real Madrid. «Me fui de casa con 15 años y pasé momentos no muy buenos. Eso es lo que te fortalece», dice. Lo cierto es que el internacional español no tuvo demasiada suerte en el filial blanco, con el que firmó un sorprendente descenso a Segunda B a pesar de contar con grandes jugadores como Borja Valero, Negredo, Parejo, Granero y De la Red, entre otros.
Al finalizar la temporada, el Madrid le ofreció un nuevo contrato, pero con ficha del filial, algo que Mata consideró insuficiente. Fue entonces cuando el Valencia aprovechó la ocasión de incorporar a su '10' sin tener que pagar dinero por su traspaso.
Sin minutos con Quique Sánchez Flores en el banquillo de Mestalla, Mata dio el salto con la revolución que protagonizó Ronald Koeman en la temporada 2007-08. El técnico holandés apartó del grupo a algunas vacas sagradas como Albelda y Angulo, de quien heredó su actual dorsal.
El atacante dio algo de luz a la calamitosa campaña del equipo en Liga, camuflada por la conquista de la Copa del Rey, en cuya final Mata resultó decisivo al marcar uno de los tres goles que los chés endosaron al Getafe.
Imparables
La piedra angular del Valencia se encumbró la temporada pasada, en la que formó una letal asociación con Pablo, Silva y Villa. El vertiginoso ritmo al que operaban les permitió consagrarse como uno de los conjuntos más realizadores de la Liga. El desborde de Pablo y Mata en las alas, los precisos pases de Silva y la inclemencia de Villa hicieron de los valencianos un cuadro temible en campo rival y le condujeron al visado para el Mundial de Sudáfrica.
Las deudas y la imposibilidad de vender el estadio, sin embargo, obligaron al club de la capital del Turia a desprenderse de sus activos más valiosos: Silva y Villa. La fuga de talentos obligó a Emery a reestructurar su grupo, que parecía condenado a sufrir un año de transición, estancado a las puertas de la aristocracia.
Mata fue el mayor beneficiado en la reorganización. El centrocampista centró su posición y logró una visión panorámica del campo, lo que le ha permitido ser el rector del juego ofensivo de su equipo.
http://www.canalathletic.com/noticias/2011-02-27/cartero-emery-20110227.html
El poder del Valencia reside en la velocidad de sus mediapuntas y su letalidad en ataque. Juan Mata (Burgos, 1988) atesora ambas virtudes, algo que le ha convertido en la referencia del conjunto de Unai Emery. Su habilidad para el desborde, su facilidad para fijar el marco rival y su visión de juego le permiten dotar de sentido al endiablado ritmo de los chés al contragolpe. Las cuarenta asistencias que ha distribuido esta temporada le convierten en el mejor pasador del hoy rival del Athletic.Mata demostró su madurez desde que dio el salto al primer equipo valencianista. A pesar de su precodidad -tenía 19 años cuando debutó-, el burgalés se movía por los terrenos de juego de Primera como si fuera un veterano, sin dificultades para alcanzar el exigente ritmo de la élite y con una calidad que sorprendió a los aficionados valencianos.
El mediapunta atribuye su inusual madurez a su salida al Real Madrid. «Me fui de casa con 15 años y pasé momentos no muy buenos. Eso es lo que te fortalece», dice. Lo cierto es que el internacional español no tuvo demasiada suerte en el filial blanco, con el que firmó un sorprendente descenso a Segunda B a pesar de contar con grandes jugadores como Borja Valero, Negredo, Parejo, Granero y De la Red, entre otros.
Al finalizar la temporada, el Madrid le ofreció un nuevo contrato, pero con ficha del filial, algo que Mata consideró insuficiente. Fue entonces cuando el Valencia aprovechó la ocasión de incorporar a su '10' sin tener que pagar dinero por su traspaso.
Sin minutos con Quique Sánchez Flores en el banquillo de Mestalla, Mata dio el salto con la revolución que protagonizó Ronald Koeman en la temporada 2007-08. El técnico holandés apartó del grupo a algunas vacas sagradas como Albelda y Angulo, de quien heredó su actual dorsal.
El atacante dio algo de luz a la calamitosa campaña del equipo en Liga, camuflada por la conquista de la Copa del Rey, en cuya final Mata resultó decisivo al marcar uno de los tres goles que los chés endosaron al Getafe.
Imparables
La piedra angular del Valencia se encumbró la temporada pasada, en la que formó una letal asociación con Pablo, Silva y Villa. El vertiginoso ritmo al que operaban les permitió consagrarse como uno de los conjuntos más realizadores de la Liga. El desborde de Pablo y Mata en las alas, los precisos pases de Silva y la inclemencia de Villa hicieron de los valencianos un cuadro temible en campo rival y le condujeron al visado para el Mundial de Sudáfrica.
Las deudas y la imposibilidad de vender el estadio, sin embargo, obligaron al club de la capital del Turia a desprenderse de sus activos más valiosos: Silva y Villa. La fuga de talentos obligó a Emery a reestructurar su grupo, que parecía condenado a sufrir un año de transición, estancado a las puertas de la aristocracia.
Mata fue el mayor beneficiado en la reorganización. El centrocampista centró su posición y logró una visión panorámica del campo, lo que le ha permitido ser el rector del juego ofensivo de su equipo.
http://www.canalathletic.com/noticias/2011-02-27/cartero-emery-20110227.html
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