En Bilbao se necesitaba carácter para alcanzar la victoria, en un estadio célebre como es San Mamés. Por su magia, por su mística, por el rival, por enfrentarse a uno de los equipos y estadios con más sabor de todo el viejo continente. En esos escenarios y momentos aparecen los grandes jugadores, y en el Valencia hay un ‘10’ que, a buen seguro, merece los aplausos de un público tan selecto como es el de ‘La Catedral’. Mata estaba completando un buen partido frente al Athletic en esta gran jornada 25 de Liga BBVA, buscando insistentemente entre líneas a sus compañeros de viaje en ataque, Joaquín, Pablo, Soldado y posteriormente Jonas, pero no descuidaba la portería contraria. El asturiano lo intentó varias veces, con poca puntería, en situaciones francas, pero en el minuto 70 sí que lo estuvo, y de qué manera. Para certificar una gran jugada, la del empate, donde participó Bruno para Soldado, en su conexión con Joaquín, excelso, y su centro al segundo palo, mortal de necesidad, remachó el blanquinegro. Mata marcó su quinto gol en Liga, con una importancia capital, seis en competición oficial al agregarle el convertido ante el Bursaspor. Don Juan sentó cátedra en San Mamés.
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