Cuando se confirmó el fichaje de Mata por el Chelsea tuve la suerte de cruzarme con un artículo sobre su legado valencianista que se me quedó muy grabado. Era una opinión de un seguidor cualquiera del Valencia que se refería a Mata como un futbolista que suscitaba emociones como ningún otro, como un héroe que no llegó a reinar, como alguien cuya importancia trascendió de su papel en el campo. Mata, decía el artículo, te hacía ver que el trabajo bien hecho premia, dignifica y que, además, puede ser bello.En las últimas semanas el equipo blue respira gracias a varias acciones particulares de Juan Mata. La primera, contra el Nápoles, donde marcó el gol que hace creer al Chelsea en la remontada, por lejana que parezca si nos agarramos a las actuaciones que han dejado durante la temporada. La segunda, contra el Birmingham, cuando anotó el tanto que clasificaba a los suyos a la siguiente ronda de la FA Cup. Durante ese partido falló un penalti cuando todo estaba sentenciado. Mata ofreció el lanzamiento a Fernando Torres -que lo había provocado-, consciente de que acumula casi 24 horas sin anotar un gol sobre un terreno de juego, pero el punta español no quiso chutarlo, alegando que él no estaba en la lista previa de tiradores. El ex-valencianista falló el penalti pero el trabajo estaba hecho. Otro detalle de Mata. Uno más.
Lo cierto es que Mata es fácil de admirar. Su llegada al Chelsea se produjo en una época de cambios (y tantos, si miramos cómo transcurre la actualidad, ya sin Villas-Boas) y no ha tardado poco en ganarse su espacio. Es más, nadie se lo discute. Al margen de recibir merecidos elogios, Mata ha conseguido que los mejores momentos de juego lleven impreso su nombre. Como decía lo que leí, Mata demuestra que el trabajo premia y que, además, puede ser bello.
http://www.sportyou.es/blog/futbol/2012/03/11/el-legado-de-mata-404873.html


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