LAS DOS VIDAS DE MATA

Juan Mata debe hacerse preguntas sobre lo distintas que son sus dos vidas. Cuanto más lidera al Chelsea, más lejos está de consolidarse en la selección. Mientras aumenta su condición referencial en la Premier, se aleja del proyecto del equipo nacional, de nuevo fuera de una convocatoria. Probablemente, el jugador asturiano conoce parte de la razones de semejante disfunción.

Unas tienen que ver, por supuesto, con la tremenda riqueza de futbolistas al alcance de Vicente del Bosque. En la posición de Mata, aparecen como opciones Cazorla, Pedrito o Navas, todos en un gran momento de forma, aunque lo mismo podría decirse del delantero del Chelsea. Sin embargo, su intensidad en los entrenamientos durante la última Eurocopa fue menor a la de sus competidores en el puesto, y eso es algo que se valora enormemente en un cuadro técnico.

Mata no disputó ni un minuto del torneo hasta la final, cuando saltó al campo en los últimos minutos y encontró el premio del gol, gracias a la generosidad y gratitud de Torres, que tanto se beneficia del juego del asturiano en el Chelsea. Mata había llegado a la Eurocopa como campeón de la Champions y es probable que eso relajara su dinámica en el entorno de la preparación del torneo. La competencia es tan amplia y las diferencias tan finas que cualquier variable puede llevar a perder el puesto. Además de las condiciones, en absoluto en cuestión, Del Bosque es un entrenador que valora muchísimo los estados de vigor, de excitación, que llevan a cambiar el decorado de un partido, y que pocos ejemplifican como Pedrito.

Para Mata, doble campeón de Europa durante la temporada, restaban los Juegos Olímpicos, y la cita se cerró como uno de los fracasos más sonoros en este último gran ciclo de las selecciones nacionales en todas sus categorías. El propio jugador había sido campeón de Europa sub 21 el año anterior. Si algún rasgo mostró el equipo en Londres fue el de su baja competitividad.

El futbolista del Chelsea no fue llamado en la primera de las convocatorias para un partido oficial, en Georgia, después de los Juegos Olímpicos. Del Bosque lo justificó al decir que pretendía dar descanso tanto a Mata como a Javi Martínez por su intensivo verano. El argumento ya no es válido en esta ocasión, con el jugandor del Bayern Múnich en la convocatoria, dada, asimismo, la necesidad de centrales por las lesiones de Piqué y Puyol. El criterio es técnico, y por el mismo están delante los delanteros antes señalados.

Mata esperaba la llamada, y la prueba es que el próximo lunes acude a un acto publicitario de una marca de relojes en Madrid. Volverá a la selección, un lugar de ambiente relajado, pero donde llevar esa relajación al entrenamiento puede ser peligroso.

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