El asturiano se entrenará hoy con el Manchester United y podría debutar el martes ante el Cardiff
Mario D. BRAÑA Juan Mata llevaba unas semanas sin mostrar al mundo su eterna sonrisa. No le salía, al menos en sus apariciones públicas, casi siempre sentado en el banquillo del Chelsea. Ayer, en las fotografías que colgó el Manchester United en su página web, el rostro del asturiano había recuperado su expresión habitual: relajado y sonriente. Confirmado el acuerdo entre el Chelsea y el United para el traspaso por 37 millones de libras (44,6 millones de euros), Mata voló ayer en helicóptero desde Londres a Carrington, el centro de entrenamiento del equipo dirigido por David Moyes. Si no surgen problemas con el reconocimiento médico, hoy se entrenará en dichas instalaciones, y el martes (21.45) debutará en su nueva casa, Old Trafford, frente al Cardiff. Mata llevará a la espalda un dorsal histórico de los "reds", el "7".
Desde el lunes 20, cuando felicitó a su ya ex compañero Eto'o por el "hat trick" de la última jornada, Mata no ha actualizado su cuenta de Twitter ni su página web. Su única preocupación durante la semana fue que se cerrara el traspaso al club de Old Trafford. Como ha ocurrido desde que empezó la temporada, de su boca no ha salido una mala palabra contra José Mourinho, el entrenador que le ha obligado a salir del club en el que se había encumbrado. El asturiano siempre ha dejado que otros hablasen por él. Como los aficionados del Chelsea, que a mediados de septiembre, cuando Mata perdió la titularidad, mostraron una pancarta en Stamford Bridge: "José (por Mourinho), Mata pertenece al césped, no al banquillo".
Arsene Wenger, el entrenador del Arsenal, líder de la Premier League, está de acuerdo con la hinchada que proclamó a Mata el mejor jugador del equipo en las dos últimas temporadas. "El Chelsea se arrepentirá de haber vendido a Mata", declaró el técnico francés, acostumbrado a mantener escaramuzas dialécticas con Mourinho. Mata también ha recibido la bienvenida de sus nuevos compañeros, algunos tan ilustres como Van Persie, que en su cuenta de Twitter le citó para el próximo partido: "Nos vemos el martes".
El capitán de los "reds", Rio Ferdinand, también se mostró cálido con Mata: "Bienvenida a mi amigo (en español) Juan Mata. Espero que disfrutes de tu estancia aquí y que ayudes a que sigan los éxitos de este club". Por supuesto, también hubo mensaje público de De Gea, con el que ha coincidido en las categorías inferiores de la selección española: "Bienvenida a mi hermano Juan Mata. Sólo una cosa: no la mejor ropa", quizá en un guiño por la indumentaria con que se presentó ayer el asturiano en la ciudad deportiva del United.
El entrenador del Manchester United, David Moyes, que recibió a Mata a pie de helicóptero, comprobará hoy el estado físico del jugador en su primer entrenamiento, en Carrington. También espera contar con él en el partido de Liga del martes frente al colista de la Premier, el Cardiff, en un intento de recortar distancias con el Liverpool, que ocupa el cuarto puesto, la última plaza para la Liga de Campeones, con seis puntos más. Moyes no podrá contar con Mata en la Liga de Campeones, ya que disputó esta competición con el Chelsea.
Ante la imposibilidad de jugar con su número favorito, el "10", que lleva una de las figuras del equipo, Wayne Rooney, Mata ha elegido otro dorsal histórico del Manchester United, el "7". Leyendas de los "reds", como George Best, Eric Cantona y Cristiano Ronaldo lo lucieron anteriormente. Una vez que tenga el visto bueno al reconocimiento médico y complete todos los trámites burocráticos, Juan Mata firmará con el Manchester United por lo que queda de temporada y cuatro más. Tendrá tiempo de sobra para seguir haciendo historia en la Liga más mediática del mundo tras convertirse en apenas dos años en el jugador preferido de la hinchada del Chelsea.
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