Otra noche para el recuerdo. Otros tres puntos tan agónicos como quizás polémicos para el combinado valencianista. Una vez más Juan Mata fue el héroe, protagonista y salvador del conjunto de Unai Emery en el feudo de su equipo vecino, el Levante.
El asturiano ha vuelto a encender la pólvora de euforia en la grada blanquinegra en los momentos más dramáticos del partido. Al igual que en el encuentro pasado en Mestalla, ante el Espanyol, el asturiano ha sentenciado el encuentro en los instantes finales y sometido bajo la lupa de la polémica del fuera de juego. Frente al cuadro perico, en el minuto 92, convirtió en clarísima posición incorrecta y
desató la alegría che. Ayer, nuevamente al filo de la navaja del “offside” y en la agonía del derbi, volvió a provocar dolores de cabeza al conjunto rival y poner en evidencia la paupérrima realidad arbitral que padece el fútbol nacional. Eso sí, faltaban 7 minutos para cumplirse los 90 a los que se sumaron otros exagerados 5 más en concepto de tiempo añadido.
desató la alegría che. Ayer, nuevamente al filo de la navaja del “offside” y en la agonía del derbi, volvió a provocar dolores de cabeza al conjunto rival y poner en evidencia la paupérrima realidad arbitral que padece el fútbol nacional. Eso sí, faltaban 7 minutos para cumplirse los 90 a los que se sumaron otros exagerados 5 más en concepto de tiempo añadido.
Mata, homenajado por el Levante UD
La noche comenzaba con aires de protagonismo para Mata, ya que Quico Catalán, presidente del Levante UD, entregó una placa homenajeando al campeón del mundo tras su conquista en Sudáfrica. Un síntoma que indicaba que el asturiano tendría su noche protagónica. Y así fue. A los 26 minutos, el ‘10’ valencianista proyectaría su penalti por encima de la portería de Reina desperdiciando lo que podría haber sido un 0-1 tempranero. En la segunda mitad también se encargaría de clavar un remate de falta en el poste con una genialidad de disparo que la madera le interrumpía su destino de gol y más tarde desaprovecharía otra ocasión nítida desde el corazón del área granota.
Pero, como todo actor principal, se robó todas las miradas, aplausos y pitidos en los suspiros finales con un carrera que lo dejaría mano a mano con Reina para marcar el único gol del encuentro en el borde del abismo del fuera de juego. Gol, triunfo y tres puntos ante su eterno rival valenciano.
Homenajeado, con un penalti errado, con un disparo magistral al palo y con un gol en posición dubitativa, Mata se hizo dueño y señor del derbi de la ciudad en una nueva noche para la memoria del asturiano del Valencia.
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