Lo demostró desde que comenzó a bajar las escalerillas que le conducían a los terrenos de juego. Allí, siempre con una sonrisa en la cara, comenzó a firmar autógrafos a los padres de los futbolistas y a los aficionados que alucinaban con su presencia en el viejo cauce del río. Pero lo mejor estaba todavía por llegar. Mata saludó a los niños, firmó autógrafos y se hizo fotografías personalizadas con todos. Todo un detalle del futbolista y un lujo para los chavales. Ahí no acabó la sesión de fotos. Caía la noche, pero el asturiano seguía disfrutando de la tarde balones de fútbol, porterías y, sobre todo, la ilusión de los niños. Ahora tocaba la fotografía con los diez equipos de la escuela. Desde los querubines hasta el Amateur pasando por prebenjamines, benjamines, alevines o infantiles.
Todos estos equipos serán los que formen el nuevo proyecto de la escuela de fútbol, Atlètic Amistat. Una escuela, de catorce años de edad, que renace esta temporada de la mano de Alberto Fernández y Fermín Rodríguez con el objetivo firme de crecer potenciando el fútbol base, cuidando el buen fútbol, educando y transmitiendo todos esos valores que Mata simboliza como nadie. Ya era un ídolo de la escuela, pero desde ayer se convirtió en un espejo donde se mirarán los muchachos a lo largo de la temporada. Copiando sus gestos y comportamientos o imitando sus celebraciones, su juego y su juego limpio. Intentando ser como él. Si para alguien fue especial la visita fue para su primo Jorge. Juega en el Prebenjamín A del Atlètic Amistat y sueña con llegar un día a jugar en el primer equipo del Valencia como su primo Juan. Seguro que fijándose en él llega muy lejos. Como el nuevo Atlètic Amistat.
http://www.superdeporte.es/valencia/2010/10/26/mata-ejemplo-amistat/109183.html
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