Mata es un tipo excepcional. He encontrado en el fútbol poca gente tan cabal, inteligente y racional como el asturiano de la estrella en el pecho. Su talante afable y poco amigo de los conflictos le ha hecho vivir siempre su futuro desde un segundo plano. Nunca lo veremos al estilo Robinho, convocando una rueda de prensa para exigir su salida del Valencia por las buenas o por las otras. Ni siquiera hará públicos sus pensamientos si con ello perjudica al club que le paga. Porque fue el Valencia quien lo descubrió, y con él se convirtió en campeón del mundo. Pero Mata es humano, y mientras él trabaja en el campo su padre lo hace en los despachos. Y Llorente lo sabe. A Mata le gusta mucho la Premier. A su padre más. Y Abramovich ha puesto el punto de mira de su Chelsea sobre él. Creo que esta vez en serio. De verdad. Sin tabloides que publiciten mentiras a medias. No tengo duda de que al chaval le gusta ese proyecto. Le ilusionaría marcharse, jugar en su soñada Premier y optar a los títulos que en España se le resisten en su club por la incompetencia de nuestra Liga.
Pero nunca sus sueños a costa de sus contratos. Ahí reside su grandeza. Ni siquiera lo hizo cuando Guardiola le llamó para abrirle las puertas de su equipo de PlayStation. Llorente le dijo al padre que no quería venderle al Barça y Mata no movió un solo dedo para forzar su salida. Entonces el Valencia venía de vender a Villa y Silva. No era el momento. El tren del Barça pasó, pero para los buenos hay segundas oportunidades. Si no este verano, el siguiente. Pero es evidente que al final el Valencia aceptará los deseos del futbolista, siempre que el dinero venga por delante. Porque Llorente no quiere venderlo, pero tampoco es tonto. El club debe 360 millones y si el padre presenta por escrito una oferta de las que sólo hace Abramovic, debe estudiarla. Y después preguntar a Mata. Si no lo ha hecho ya.
http://valenciacf.lasprovincias.es/noticias/2011-08-18/mata-20110818.html
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